Mi padre cantaba tangos en su época juvenil. Parece que lo hacía francamente bien e incluso le invitaron en Sao Paulo (Brasil) a cantar en la radio durante su forzosa emigración para sacar adelante a su familia. Sin embargo nunca lo hizo de forma profesional y con el transcurso del tiempo dejó incluso de hacerlo como entretenimiento.
Tenía pensado escribir este pequeño artículo de tangos dedicándoselo a Carina tras su regreso a España después de disfrutar de su estancia en su Mar de Plata tan querido por ella. Pero leyendo su último post he preferido adelantarme a su retorno para mandarle un poco de ánimo. Carlos Gardel le dirá a Carina todo lo que imagino está sientiendo en estos momentos de nostalgias y choques con el pasado. Pero la vida es así desde siempre. A veces los recuerdos enmascaran una realidad que fué menos brillante de lo que nuestra mente fabrica para aliviarnos de malos recuerdos. Un gran beso a Carina y no me llores mucho con Carlitos…
A los que no hayais tenido nunca que vivir errantes, quisiera pediros un poco de comprensión y cariño para todas las personas que, en un momento de sus vidas, han o hemos tenido que rodar y rodar, hasta encontrar un buen lugar donde dejar que nuestro cuerpo haga un pequeño surco donde plantar nuestra vida. Realmente es duro y muchas veces lo peor que te puede pasar es precisamente VOLVER.